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Interno de una mosquea en Egipto en un grabado de 1798. Fuente: Wikimedia Commons. |
El orientalismo es una actitud caracterizada por un fuerte interés y admiración hacia la civilización y la cultura orientales. Este interés se puede enmarcar en el fenómeno que se conoce como “exotismo”, del que el orientalismo es una concreción particular (lo africano, lo americano y, para algunas naciones europeas como la francesa y la alemana, incluso lo español son otras fuentes de sugestión exótica).
El orientalismo
como gusto o moda artística, tanto literaria como figurativa, florece más
propiamente en los primeros años del s. XVIII en Francia, con la publicación de
las Mil y una noches y de las Cent estampes (1715), grabados que
representaban “diferentes naciones del Levante”. Así, el Oriente, además de ser
objeto de estudios científicos o meta de viajes, fue también evocado como lugar
de fascinantes ruinas, maravillosas y extravagantes costumbres, misteriosa y a
veces críptica cultura. Sin embargo, el orientalismo adquiere importancia como
verdadero movimiento artístico y literario sólo en época romántica,
especialmente tras las campañas napoleónicas en Egipto y Siria (1789-99).
Máximo exponente
en el campo artístico y pictórico fue E. Delacroix, que influenció pintores como
Ingres, él también francés. En la literatura, emergen temas e
intereses en los mayores escritores europeos, tanto románticos (Goethe, Byron,
Chateaubriand) como, hacia finales de siglo, decadentistas (Wilde, Gide).
En la literatura
española el orientalismo cobra un sentido particular, ya que el componente
árabe pertenece a la historia nacional: así, en España el orientalismo no
adquiere tonos exóticos, sino que se siente como algo propio y, en ocasiones,
asume un matiz patriótico. Ejemplos de orientalismo en clave española son,
entre otros, Granada. Poema Oriental (1852)
de Espronceda o El moro expósito (1829) del duque de Rivas.
Ahora bien, en las últimas
décadas, en el marco de los estudios poscolonialistas, se ha criticado la
interpretación de un orientalismo visto como mera declinación del exotismo, lo
que implicaría una visión superficial y mistificadora del universo
cultural de Oriente. E. Said, en su imprescindible ensayo Orientalismo (1978), sienta las bases para una revisión de los fundamentos del orientalismo clásico, que cobra fuerza, como hemos comentado antes, en el período
romántico. Podéis leer aquí un interesante resumen crítico de las principales ideas
del intelectual árabe, escrito por Manuel Montobbio para El País. Es importante conocer el planteamiento ideológico de
Said, ya que la cuestión oriental es hoy en día más actual y urgente que nunca.
A continuación,
en cambio, os dejo algunos materiales para profundizar en el concepto de orientalismo romántico
europeo del siglo XIX.
Bibliografía:
José A. González
Alcantud (ed.), El orientalismo desde el Sur, Barcelona, Anthropos Editorial, 2006.
Juan Antonio Pacheco Paniagua, "El orientalismo como ingrediente del romanticismo europeo", en Romanticismo europeo. Historia, poética e influencia, Sevilla, Universidad de Sevilla, 1997, pp. 98 y ss.
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