sábado, 3 de enero de 2015

Romanticismo y orientalismo


Description de l'Egypte, Antiquites V, Plate 39 (top), Courtyard of the Attarine Mosque with the chapel containing the sarcophagus, drawn c.1798, published in the Panckoucke edition of 1821-9

Interno de una mosquea en Egipto en un grabado de 1798. Fuente: Wikimedia Commons. 


El orientalismo es una actitud caracterizada por un fuerte interés y admiración hacia la civilización y la cultura orientales. Este interés se puede enmarcar en el fenómeno que se conoce como “exotismo”, del que el orientalismo es una concreción particular (lo africano, lo americano y, para algunas naciones europeas como la francesa y la alemana, incluso lo español son otras fuentes de sugestión exótica).
El orientalismo como gusto o moda artística, tanto literaria como figurativa, florece más propiamente en los primeros años del s. XVIII en Francia, con la publicación de las Mil y una noches y de las Cent estampes (1715), grabados que representaban “diferentes naciones del Levante”. Así, el Oriente, además de ser objeto de estudios científicos o meta de viajes, fue también evocado como lugar de fascinantes ruinas, maravillosas y extravagantes costumbres, misteriosa y a veces críptica cultura. Sin embargo, el orientalismo adquiere importancia como verdadero movimiento artístico y literario sólo en época romántica, especialmente tras las campañas napoleónicas en Egipto y Siria (1789-99).
Máximo exponente en el campo artístico y pictórico fue E. Delacroix, que influenció pintores como Ingres, él también francés. En la literatura, emergen temas e intereses en los mayores escritores europeos, tanto románticos (Goethe, Byron, Chateaubriand) como, hacia finales de siglo, decadentistas (Wilde, Gide).
En la literatura española el orientalismo cobra un sentido particular, ya que el componente árabe pertenece a la historia nacional: así, en España el orientalismo no adquiere tonos exóticos, sino que se siente como algo propio y, en ocasiones, asume un matiz patriótico. Ejemplos de orientalismo en clave española son, entre otros, Granada. Poema Oriental (1852) de Espronceda o El moro expósito (1829) del duque de Rivas.

Ahora bien, en las últimas décadas, en el marco de los estudios poscolonialistas, se ha criticado la interpretación de un orientalismo visto como mera declinación del exotismo, lo que implicaría una visión superficial y mistificadora del universo cultural de Oriente. E. Said, en su imprescindible ensayo Orientalismo (1978), sienta las bases para una revisión de los fundamentos del orientalismo clásico, que cobra fuerza, como hemos comentado antes, en el período romántico. Podéis leer aquí un interesante resumen crítico de las principales ideas del intelectual árabe, escrito por Manuel Montobbio para El País. Es importante conocer el planteamiento ideológico de Said, ya que la cuestión oriental es hoy en día más actual y urgente que nunca.
A continuación, en cambio, os dejo algunos materiales para profundizar en el concepto de orientalismo romántico europeo del siglo XIX.



Bibliografía:

José A. González Alcantud (ed.), El orientalismo desde el Sur, Barcelona, Anthropos Editorial, 2006.

Escrituras y reescrituras del viaje. Miradasplurales a través del tiempo y de las culturas¸ Bern, Peter Lang, 2007.

Juan Antonio Pacheco Paniagua, "El orientalismo como ingrediente del romanticismo europeo", en Romanticismo europeo. Historia, poética e influencia, Sevilla, Universidad de Sevilla, 1997, pp. 98 y ss. 


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